LAS TERAPIAS ARTÍSTICAS EN LA MEDICINA ANTROPOSÓFICA
El ser humano tiene las relaciones más diversas con los diferentes ámbitos de la naturaleza, que la ciencia ha investigado desde hace siglos. En la medicina antroposófica se aplican cantidad de remedios elaborados desde minerales, plantas o sustancias del reino animal.
Pero el ser humano también tiene una estrecha relación con los ámbitos de la cultura: el arte, la música, la palabra, el movimiento, que están sometidos a determinadas leyes. En la medicina antroposófica se aplican las artes como terapias.
Estas terapias aplican las fuerzas formadoras y transformadoras de movimiento, música, habla, colores y formas que actúan en el hombre en su potencial terapéutico. Se desarrollan desde cada arte las leyes específicas que actúan en el organismo humano para determinados métodos terapéuticos. Las terapias artísticas se basan en los medios específicos de cada arte. Por ejemplo: la forma en el modelado, el color en la pintura, el intervalo en la música, la consonante en la terapia del habla. Su efecto en los procesos psicológicos y fisiológicos permite activar las fuerzas regeneradoras en el paciente. De ahí pueden surgir nuevas orientaciones también para el tratamiento médico. Abren nuevas posibilidades a través de las que los pacientes pueden participar e interferir de modo activo en su propio proceso de sanación.
Las terapias artísticas son prescritas y acompañadas por los médicos. Se realizan con un terapeuta especializado, formado en el campo de la terapia artística correspondiente. Se trata de pacientes con enfermedades físicas y psíquicas. Estas terapias son parte integrada del tratamiento en todos los hospitales y clínicas antroposóficas, tanto como en centros antroposóficos, centros terapéuticos y consultas médicas. También se aplican en trastornos evolutivos en la pedagogía y psiquiatría infantil.
¿QUÉ ES LA MUSICOTERAPIA?
A través de los tiempos, la música ha acompañado siempre al hombre en la alegría y la tristeza, en el triunfo y la derrota, en el templo y la vida profana, en la enfermedad y la curación, en el nacimiento y la muerte, etc. Ningún otro arte está vinculado al hombre tan íntimamente en todas las situaciones de la vida como la música. Parece que el hombre y la música están entretejidos.
La música se desarrolla en el tiempo (la escultura se desarrolla en el espacio). En un marco de tiempo la música es dinámica, viva, con contrastes (fuerte-suave, lento- rápido, consonancia- disonancia) en miles de diferenciaciones y variaciones sutiles. La música es movimiento vivo y al mismo tiempo está ordenada por leyes estrictas. La capacidad del hombre de escuchar y recibir la música, le puede mover, avivar, animar y ordenar exteriormente e interiormente.
Inconscientemente el hombre encuentra en la música un reconocimiento. La investigación esotérica nos dice que el origen de los sonidos está en el mundo espiritual así como el origen del hombre está en el mundo espiritual: El hombre como microcosmos, creado desde el cosmos, está impregnado de música en todo su ser, en su cuerpo, alma y espíritu.
“Cuando el hombre vive en el elemento musical, él vive en un reflejo de su patria espiritual. En este reflejo de lo espiritual encuentra la más elevada exaltación, la íntima relación con el elemento primordial del hombre. Por esto la música influye tan profundamente también en el alma más sencilla. En la música el alma siente el eco de lo que ha experimentado en el mundo espiritual, se siente en su patria. ”
Rudolf Steiner en “La esencia de lo musical.”
En el diccionario de la lengua española encontramos que la musicoterapia es: la utilización de los efectos de la audición o de la interpretación musical para fines terapéuticos.
– La música rehabilita a través de la emoción y ofrece importantes sublimaciones del Yo. Igual que en las terapias psicológicas, la música ayuda al paciente a despolarizar su atención de su problema para dirigirla a su realidad externa.
– La música invita a la expresión y constituye un fenómeno social con interpelación y respuesta que favorece al fenómeno del conocimiento de uno mismo y la relación social.
– La música que escucha el paciente ha de ser lo más artística posible, es decir, que la música tiene que ser viva y no electrónica.
Las cualidades especiales de la música son:
– La estructura: En el arte de la música, la forma en que se estructura una frase, una canción, una sinfonía, es la base que la sostiene. Dentro de esta forma todos los elementos musicales tienen su significado, por ejemplo: el tipo de compás, el número de compases, el uso del ritmo, la tonalidad, los intervalos, etc. Hay un orden exacto en la música.
– La respiración: La música respira, en las frases vive la respiración, éstas fluyen y tienen dirección y eso es la vitalidad en la música.
– La disciplina: La disciplina es obligatoria para que la música pueda llevarse a cabo.
A través de la antroposofía el musicoterapeuta estudia fenomenológicamente los elementos musicales, y así reconoce cómo las leyes cósmicas que trabajan en el ser humano son leyes musicales.
La esencia de la musicoterapia es la escucha. Es una escucha no sólo con el oído físico sino que todo el ser está escuchando. Esto tiene inmediatamente un efecto en los procesos físicos, en los sentimientos del alma y en la actividad del espíritu.
Los diferentes elementos de la música como melos (sonido, intervalo, melodía), ritmo y compás, y armonía trabajan de manera diferenciada en procesos y fuerzas del hombre.
Estos elementos están usados individualmente, dependiendo de las situaciones, del problema, de la enfermedad, o del diagnóstico.
En la terapia se usa la música pura con voz humana, tocando instrumentos especiales y de calidad: instrumentos de viento, de cuerda y de percusión. La Lira es el instrumento terapéutico por excelencia, por la dulzura en su sonoridad y penetración en el organismo.
El canto y los instrumentos con sus características de sonido y movimiento tienen efectos en los procesos físicos, del alma y del espíritu.
Hay musicoterapia receptiva y musicoterapia activa.
Algunos objetivos de la musicoterapia son:
– En la música se desarrolla la capacidad de escuchar, la atención y la concentración.
– La música tiene concretamente una gran influencia en la respiración.
– La estructura y disciplina ayudan a tener las cosas claras, exactas y conocer los límites.
– Dentro de la estructura, la música despierta el Yo y lo invita a centrarse en el momento.
– La música puede ser tranquilizante, relajante y antiespasmódica.
– La música favorece la actividad, el movimiento hacia dentro o hacia fuera como pueden ser movimientos físicos espontáneos reaccionando a la música, o tocar un instrumento.
– La música puede estimular el habla, ayudar a hablar.
– En la música tenemos el medio para expresar emociones. Con pacientes que no saben cómo expresarse, la música puede ser una gran ayuda.
– Con la música se practica la interacción social, la comunicación.
– Hay dos sentidos en la música: introvertido y extrovertido.
Introvertido: escuchar, la música puede entrar dentro de uno mismo.
Extrovertido: expresar movimiento, cantar, tocar.
En la terapia de la música estos dos sentidos están siempre presentes en equilibrio.
LA MUSICOTERAPIA, ¿PARA QUIÉN?
La musicoterapia puede ser utilizada en muchos campos diferentes: psiquiatría, medicina interna (reuma, cáncer, etc.), enfermedades psicosomáticas (asma, migraña, enfermedades de corazón, etc.), en la geriatría, en el proceso de morir, en escuelas (niños con asma, problemas del oído, niños con la parte emocional dañada, dificultades respiratorias, problemas de concentración, niños hiperactivos, niños apáticos, etc.)
Especialización en niños con necesidades educativas especiales:
En España empieza a despertar el interés por la Musicoterapia en general y en especial en centros de niños con necesidades educativas especiales (NEE). El hecho de que la musicoterapia sea tan beneficiosa para estos niños está cada vez más demostrado. La experiencia con Musicoterapia en el Centro de San Juan de Dios en Las Palmas de Gran Canaria, ha probado que todos los niños podían aprovechar esta terapia. Los niños reaccionan inmediatamente y son muy sensibles a la música.
En las sesiones de musicoterapia, los niños se mostraban en sus capacidades y limitaciones, ellos podían adquirir facultades que nunca antes habían aflorado como cantar, tocar, decir palabras, comunicar, expresarse, superar miedos y tensiones, etc. Con algunos niños autistas la musicoterapia era la única manera de establecer un contacto con el mundo. Para niños muy afectados que no eran capaces de desempeñar ninguna actividad, la estimulación de los sentidos a través de la música generaba aprendizaje sobre su entorno y su ser. Ellos recibían la música profundamente y eso podía darle esperanza, fuerza, alegría, valor, tranquilidad, una experiencia religiosa. Para algunos de estos niños tan delicados, la música significaba vida.
En general se puede decir que en todos los niños, a través de la musicoterapia la autoestima comienza a despertar. Eso es el punto central de la terapia, invitar al Yo del niño.
EL MUSICOTERAPEUTA
La musicoterapia abarca un campo amplio. El musicoterapeuta es un músico profesional que sabe cómo usar los elementos musicales, el ritmo, la melodía, la armonía y una variedad de diferentes instrumentos. Estos elementos de la música forman sus herramientas para el trabajo en la terapia. La formación en musicoterapia como profesión incluye además un profundo conocimiento psicológico, pedagógico y médico.
El musicoterapeuta tiene que ser un artista.
¿QUIÉNES SOMOS?
Heleen de Haas, violinista, músico, musicoterapeuta, estudió violín en el conservatorio de Amsterdam, formó parte como violinista en “La Orquesta de Cámara de Zurich” (Suiza).
Entre 1982 y 1985 realizó la formación en Musicoterapia en la Academia “De Wervel” en Zeist (Holanda). Participó en muchos cursos, entre otros con María Schüppel.
Fue miembro de un grupo de músicos que trabajaba la improvisación, usando nuevos instrumentos de Manfred Bleffert; en este grupo se practicaba la creatividad, y el desarrollo de un verdadero escuchar.
Durante veinte años trabajó como musicoterapeuta en la Educación Especial de la Escuela Waldorf de La Haya (Holanda), y en el “Centro de Terapias Antroposóficas”.
Desde el año 2005 ha venido introduciendo la Musicoterapia Antropósofica en España, trabajando con niños con Necesidades Educativas Especiales en el Centro San Juan de Dios en Las Palmas de Gran Canaria, así como con adultos en “La Obra Social de Acogida y Desarrollo”.
Desde 2007 hasta 2012 ofreció una formación dando la posibilidad de cursar un Grado en Musicoterapia Antroposófica por primera vez en España, con el reconocimiento de la Universidad del Goetheanum, Suiza.
Elsa Catalán Polo, Diplomada en Magisterio Musical en la Universidad Complutense de Madrid, obtiene el Título de Grado Medio en la Especialidad de Clarinete con la profesora Mónica Campillo en el Conservatorio “Teresa Berganza” de Madrid.
Realizó el curso de Pedagogía Waldorf en las Rozas de Madrid y la Formación de Musicoterapia impartida por Heleen de Haas en las Palmas de Gran Canaria.
Actualmente imparte clases extraescolares de música, colabora musicalmente con Euritmia y realiza Musicoterapia en la Escuela Libre “La Casa del Sol”.
Contacto:
Heleen de Haas: 928 46 77 93
Elsa Catalán Polo: 678 27 22 00 / elsacp7@gmail.com
ENLACES DE INTERÉS:
Goetheanum Suiza: http://www.goetheanum.org/
Musktherapeutische Arbeitsstaette Berlín: www.musiktherapeutische-arbeitsstaette.de
Centro de Terapias Antroposóficas en Plasencia: http://www.institutohygiea.com/
Musicoterapia Guacimara Molina Sosa: http://vimeo.com/81381013
Tamara Chubarovsky: http://www.lafuerzacurativadelapalabra.com/